A los españoles nos gusta mucho ir de tapas y disfrutar del sol en las terrazas, pero, a veces, por motivos de la vida, o porque nos hacemos mayores y ya no tenemos tanta energía, hacemos alguna fiesta en casa.
Puede que se celebre un cumpleaños, una despedida de alguien que se va de viaje o un ascenso en el trabajo, por ejemplo. Si te invitan a un cumpleaños es normal llevar un regalo, pero si no es así y el motivo de la celebración es otro cualquiera, los anfitriones agradecerán que aportes un detalle. ¡Qué no cunda el pánico! No es obligatorio, pero bastará con que lleves una botella de vino o un poco de jamón para comerlo después entre todos y quedarás de lujo.
Entre los invitados puede haber familiares y amigos íntimos si es que estamos de aniversario, pero si es otro motivo, lo normal es que sea una velada solo con amigos o compañeros de trabajo.
Si tienes hijos no te angusties. Puedes preguntar a los anfitriones para asegurarte, pero normalmente no habrá problemas para que vayan con vosotros e igual hay otros niños con los que puedan jugar.
Llega la hora del evento ¿cómo vestirse? No te preocupes, es algo informal y no hay ningún protocolo a seguir, ponte tus pantalones vaqueros y una camiseta o algún vestido mono y cómodo. Si te gusta maquillarte puedes hacerlo, pero no estás obligada, ¡estás entre amigos!
Los españoles en general no son muy puntuales y llegar diez minutos tarde no será un problema, pero tampoco te retrases demasiado o se acabará todo el picoteo. El menú de picoteo no va a ser un festín pero puedes esperar una buena tortilla de patatas, algunos sándwiches, embutidos y algunos encurtidos además de bebidas y café. Se dispondrá en platos en una mesa y los comensales, que permanecen de pie charlando, se acercarán de vez en cuando a tomar algo mientras siguen en sus conversaciones.
No olvides que estás en una fiesta, ¡vamos a divertirnos! Hay que pasarlo bien y hablar de temas alegres: los aguafiestas no son bienvenidos así que ahórrate los temas sobre política, religión o economía que aburren a los muertos y prepárate para sacar tu mejor versión con historietas de tu infancia, reseñas de las series de moda que son la caña de España o anécdotas que te hagan ser la alegría de la huerta.
Si la juerga va bien y tus colegas están animados igual ponen algo de música y puedes dejarte llevar por el ritmo. Si la reunión estaba prevista para una merienda y el grupo lo está pasando fetén puede alargarse con unas copas para que la fiesta no decaiga.
¡Ojo! Si de lo que estamos hablando es del aniversario de un amiguito del cole de tu hijo no te hagas ilusiones, de hecho, probablemente ni estés invitado... ¿Cómo? Para los cumpleaños infantiles la cosa cambia y aunque algunas personas los celebran en casa, la gran mayoría no quiere tener a un grupo de niños ruidosos corriendo por el salón, así que les suelen llevar a algún local preparado donde puedan merendar y después desfogar sin romper el jarrón chino de la estantería.
Dejarás a tu criatura con los valientes anfitriones que se harán cargo del grupo de niños hasta la hora establecida en la que tengas que ir a buscarla. Es importante saber que al ser un cumpleaños infantil se da por sentado que hay un obsequio para el cumpleañero, pero tampoco es un gran inconveniente porque si te faltan ideas siempre está el chat de papás del cole en el que han creado el grupo “cumpleaños de Adrián” donde os podéis poner de acuerdo para hacer un regalo común.