Español: curso de perfeccionamiento

Una fiesta en casa > Aceptar tu culpa y perdonar

Aceptar el error y asumir las consecuencias

Es lo más difícil, pero, según dicen los psicólogos, lo más eficaz. Asumiendo nuestras responsabilidades tranquilizamos a la persona a la que hemos hecho daño. Lo más sencillo es decir

Ha sido culpa mía
Lo he hecho mal

En el lenguaje coloquial preferimos construcciones más enfáticas, como

He sido tonto/a
He sido un/una imbécil
(vulgar) He sido gilipollas

Por último, hay que intentar remediar lo que hemos hecho:

Te lo voy a compensar
Lo voy a arreglar

Perdonar

Si nos piden disculpas, lo mejor es aceptarlas

– Siento llegar tarde
No pasa nada, acabamos de empezar

– No sabes cuánto lo siento. He cogido tu moto y no sé cómo le he dado un golpe
– Bueno, son cosas que pasan

Si vemos que la otra persona lo está pasando mal por habernos hecho daño, incluso la podemos tranquilizar:

– Lo siento muchísimo, no sabía que su hijo era alérgico a la piña
Tranquila, tampoco ha sido para tanto, aunque siempre es mejor tener cuidado con estas cosas

Otras veces asumimos la pérdida con estoicismo:

– No te enfades conmigo, por favor, el caso es que se me ha caído el móvil que me dejaste y se le ha roto la pantalla
– Bueno, qué se le va a hacer… (= ya no se puede remediar). De todas formas, ya era muy viejo y quería cambiarlo…