Español: curso de perfeccionamiento

La maternidad y el sexo > Los homosexuales en España: aún lejos del paraíso

En 2005, España se convierte en el tercer país del mundo tras los Países Bajos y Bélgica en aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Durante el primer año de vigencia de la ley, unas 4500 parejas homosexuales contrajeron matrimonio. Así mismo, España presume de tener una de las legislaciones más progresistas en cuanto a temas que afectan a la comunidad LGBTI, como la adopción.

A pesar de estos datos tan prometedores, la homofobia sigue presente en la sociedad: el informe del gobierno sobre delitos de odio de 2019 reportó un aumento de 8,6% en los casos relacionados con la orientación sexual y la identidad de género (278 casos frente a 256 en 2015) donde la mayoría de las agresiones se llevan a cabo directamente en la vía pública. El perfil de la víctima de delitos homófobos es un hombre (64% de los casos) de 26 a 40 años (30,1%) mientras que por su parte, los agresores son en su mayoría personas de sexo masculino de 26 a 40 años (28,8%).

La identidad de género es además uno de los casos más recurrentes de acoso escolar y vemos que en 2019 los menores de edad suponen un 6,7% de las víctimas.

Si buscamos noticias relacionadas con el colectivo LGTBI encontramos numerosos artículos de brutales agresiones en plena calle, palizas, humillaciones, amenazas e incluso asesinatos por toda la geografía de la península. De hecho, no son pocos los insultos homófobos que encontramos dentro de la jerga popular. Las burlas y ridiculizaciones se dan en todos los ámbitos; ir a la compra o salir a pasear con la pareja puede convertirse en una situación cuanto menos incómoda, cuando son personas sujetas a los mismos derechos y obligaciones que el resto de la sociedad.

En España, aquellos que salen del armario pueden encontrar zonas en algunas comunidades con centros de cultura, ocio y negocios dirigidos especialmente para ellos, como son las áreas de Chueca en Madrid, el Gaixample de Barcelona o las zonas turísticas de Sitges, Ibiza o la Playa del Inglés en Gran Canaria. Aun así, son pocos los espacios dedicados exclusivamente a estos colectivos y apenas en algunas grandes ciudades. Bajo mi punto de vista, esto ni siquiera es deseable, ya que no se trata de aislar a estas personas en ciertas zonas de las ciudades para que no se mezclen con los demás, sino que simplemente son personas con los mismos intereses y responsabilidades que los demás.

Las zonas rurales españolas considero que son mucho más reacias a la apertura de mente y se mantienen alejadas del ideal de respeto y convivencia que todos desearíamos. Hay que agradecer la presencia de algunos personajes del colectivo LGTBI en los medios de comunicación para llegar al gran público y sobre todo a esos pequeños pueblos de la España profunda.

Parece que personajes públicos como Pedro Almodóvar (director), Jesús Vázquez (presentador), Jorge Cadaval (humorista), Fernando Grande-Marlasca (juez), Toñi Moreno (presentadora), Anabel Alonso (actriz) y muchos otros, al atreverse a mostrar abiertamente su orientación sexual han ayudado a muchos jóvenes a dar el paso y normalizan desde su exposición al ojo público lo que ya debería ser normal.

En conclusión, creo que las personas lesbianas, transexuales, gays, bisexuales e intersexuales viven en una situación más agradable en España que la de hace algunos años y mucho más acogedora que la que podemos encontrar en otros países como Irán o Arabia Saudita dónde puedes ser condenado a muerte por mantener una relación homosexual. Por otra parte, no hay que olvidar que en nuestro país aún hay personas que son agredidas por la calle solo por besarse con su pareja o darse de la mano o que tienen dificultades para encontrar un puesto de trabajo o ascender en la empresa por su orientación sexual. Hasta que no logremos erradicar completamente estas situaciones no podremos decir que España es un país 100% libre de homofobia.