Imaginaos que tenéis una urgencia o un apretón, es decir, unas enormes ganas de hacer pis o caca. ¿Dónde vais? ¿Cómo se llama ese santuario que los humanos visitamos varias veces al día?
Pues resulta que en español existen varias palabras para designarlo. La más común en España es: "el baño". Es una forma abreviada de decir "cuarto de baño" (expresión que se usa sólo para hablar de la distribución de habitaciones en un piso). De modo que si necesitáis usarlo, diréis
– Voy al baño
Sí sí sí, los españoles siempre lo dicen, y algunos incluso pueden precisar:
Voy a hacer pis / (más vulgar) Voy a mear
Voy a hacer caca / (más vulgar) Voy a cagar
Otra forma de llamarlo es "el servicio" o "los servicios". Esta palabra se usa especialmente en los restaurantes, bares y otros lugares públicos:
– Perdone, ¿dónde están los servicios, por favor?
– Bajando las escaleras, a mano derecha.
Otra palabra que se usa comunmente en hospitales, centros comerciales, aeropuertos, etc. es "aseos":
– Los aseos están al final de este pasillo
En las casas particulares, esta palabra pasa a significar un cuarto de baño minúsculo en el que solamente hay un váter con un pequeño lavabo para lavarse las manos:
– Me encanta tu piso. ¿Tiene un cuarto de baño en cada planta?
– Sí, además abajo tenemos un aseo para los invitados.
La propia palabra "lavabo" en algunas zonas puede usarse en vez del baño.
Ahora bien, ¿cómo se llama el objeto en el que nos sentamos para hacer pis o caca?
La palabra técnica, es inodoro. En el lenguaje hablado, ¡decimos váter o retrete! Retrete suena más gracioso y váter, más vulgar. Al inodoro, al bidé, a la bañera y al lavabo se les llaman sanitarios. Este nombre lo usan los profesionales de fontanería.
Ayer me compré un inodoro nuevo
He cambiado los sanitarios del baño de arriba
Mi hijo pasa horas sentado en el retrete y jugando con el móvil = Mi hijo pasa horas sentado en el váter y jugando con el móvil
Por cierto, después de usar el baño y limpiarnos con papel higiénico, toca... ¡tirar de la cadena! Es así cómo llamamos a la acción de apretar el botón del váter para que baje el agua. Si no es suficiente, lo limpiamos luego con una escobilla. Y si somos chicos y meamos de pie, ¡debemos quitar las gotas de pis que dejamos en la taza del váter!