Un poco de historia
Durante el gobierno de Franco (1939-1975), los partidos políticos estaban prohibidos, pero existían en clandestinidad. Desde su legalización en abril de 1977, los principales partidos políticos han sido dos: el PP (partido popular, de corte conservador) y el PSOE (partido socialista obrero español, de centro-izquierda). A lo largo de las últimas décadas ha triunfado el bipartidismo: el poder se ha disputado entre el PSOE y el PP, que han llegado incluso a gobernar con la mayoría absoluta (2004-2008, mayoría absoluta del PSOE con Zapatero como presidente, 2011-2015, mayoría absoluta del PP, con Rajoy como ejecutivo).
También existen numerosos partidos locales, como el CiU (convergencia y unión, en Cataluña) o PNV (partido nacionalista vasco, en el País Vasco). Su función principal es representar los intereses de las autonomías.
La crisis de confianza
A lo largo de la historia política reciente, se han producido varios escándalos a gran escala relacionados con la corrupción y el tráfico de influencias. El más famoso de ellos es el “caso Gürtel”, que afecta a más de 70 altos cargos del PP. El partido popular hizo todo lo posible por frenar las investigaciones, e incluso consiguió inhabilitar al juez Baltasar Garzón, principal luchador contra la corrupción y una figura destacadísima en el panorama político español. El caso Barcenas (extesorero del PP) reveló que el PP proporcionaba contratos ilegales a empresas, que a su turno pagaban a los miembros del partido en dinero negro. Pero el PSOE tampoco ha salido bien parado: el fraude de los EREs falsos en Andalucía (subvenciones ilegales a empresas) ha mermado bastante su prestigio.
Muy recientemente, la “operación Púnica”– la detención de más de 50 políticos corruptos por el tráfico de influencias –, y el escándalo de las “tarjetas opacas” – dinero de los clientes del banco Bankia que usaban sus altos cargos con fines personales – sacudieron la sociedad española haciéndola perder totalmente la confianza en los partidos políticos tradicionales.
La irrupción de otras fuerzas políticas
Sin embargo, en los últimos años se ha producido el vertiginoso ascenso de otras fuerzas política. La crisis de confianza ha obligado a los antiguos votantes del bipartidismo a buscar formaciones alternativas. El partido “Podemos”, de extrema izquierda y liderado por Pablo Iglesias, irrumpió en el panorama político en 2015. Entre 2017 y 2018 llegó a convertirse en la tercera fuerza política del país.
El éxito de Podemos se basaba en dos factores. Por un lado, aparecieron en un escenario político deplorable, en pleno escándalo de corrupción masiva tanto en el PP como en el PSOE. Por otro lado, el discurso de Podemos es populista, es decir, va dirigido a las grandes masas de trabajadores en paro, desahuciados y familias sin recursos, que están luchando desesperadamente por salir adelante.
Como contrapartida, en 2015 nace VOX, el partido de extrema derecha liderado por Santiago Abascal. Sus votantes se posicionan muy en contra del feminismo y la inmigración.
Ciuadadanos era inicialmente un partido catalán, pero a partir de 2016 participa en las elecciones generales, siendo hoy en día la cuarta fuerza política de España. Es un partido de centro-derecha, que ocupa una posición intermedia entre el PSOE y el PP.
Actualmente, el presidente de España Pedro Sánchez (PSOE) gobierna junto con Podemos.