En primer lugar vamos a definir los que entendemos por droga. Una droga es una sustancia que tiene "psicoactividad". Esto significa que cuando entra en el cuerpo llega al cerebro y modifica su funcionamiento habitual. Hay diferentes tipos de drogas en función del efecto que producen en el cerebro:
- Pueden hacer más lento y torpe su funcionamiento: es el caso de las drogas "depresoras", como el alcohol, los tranquilizantes, los hipnosedantes y la heroína.
- Pueden, por el contrario, acelerar el funcionamiento del cerebro: es el caso de las drogas "estimulantes", como la cafeína, la nicotina y la cocaína.
- Y, finalmente, pueden perturbar su funcionamiento, produciendo alucinaciones y otras distorsiones de la realidad. Se trata de los alucinógenos (como el LSD), el cannabis (hachís, marihuana) y las drogas de síntesis (como el éxtasis).
Es decir, sea de una manera o de otra, alteran el funcionamiento del cerebro. De tal manera que cuando la persona consume droga con frecuencia (o en gran cantidad, aunque sea muy de vez en cuando), el cerebro se acostumbra a la droga y la necesita para funcionar. Se producen entonces dos mecanismos: "tolerancia" (la persona necesita cada vez más cantidad de droga para conseguir los mismos efectos) y "abstinencia" o, coloquialmente, “mono“ (cuando no consume se encuentra muy mal físicamente). Además, la persona empieza a pensar que necesita la droga para hacer lo que necesita o desea, y que si no consume no es capaz de conseguir nada. De este modo la droga se convierte en lo más importante, y la persona dedica muchísimo tiempo a pensar en ella, conseguirla, consumirla… También deja progresivamente de hacer otras actividades (estudiar, trabajar, relacionarse con su familia y amigos, etc.). Cuando a una persona le pasa esto decimos que tiene una drogodependencia. A veces, cuando la persona consigue mantener algunas actividades, se dice que tiene abuso de drogas. Pero es cuestión de tiempo que ese abuso se convierta en una dependencia, dado que con cada consumo la droga debilita más el cuerpo y la mente.
¿Qué es lo que genera una drogodependencia? Son muchos los factores implicados: curiosidad por conocer los efectos, carencia de información adecuada, presión del grupo de amigos, vivir en un entorno que facilita la adquisición de las drogas, etc. Pero el más importante es no tener habilidades para enfrentarse a los problemas y dificultades de la vida, lo que se llama "habilidades para la vida". La persona que genera una drogodependencia grave, por ejemplo al alcohol, la cocaína o la heroína, ha nacido generalmente en una familia en la que no ha podido aprender valores y actitudes para cuidarse ni para resolver problemas. En muchos casos su padre, su madre o ambos también han tenido problemas con las drogas. Y al no tener habilidades adecuadas, es muy fácil ante circunstancias difíciles recurrir a las drogas como forma de superarlas, consiguiendo lo contrario.
Por ello, para "desengancharse" de las drogas o para prevenir caer en ellas, es muy importante aprender a resolver los problemas de forma más sana. También es fundamental aprender a comunicarse y a relacionarse con los demás, dado que los amigos y la familia son la mejor ayuda ante los sinsabores de la vida. Finalmente, es imprescindible tener intereses y aficiones estimulantes que puedan enriquecer a la persona.