Muchas personas cuando escuchan la palabra “droga” se asustan. Posiblemente piensen en las películas de traficantes, y en las drogas que son muy adictivas e ilegales. Pocos piensan en las drogas aceptadas y muy consumidas, como el tabaco, principal causa del cáncer de pulmón, o el alcohol.
En España, la palabra "drogodependencia" significa mucho más que dependencia a una droga. Nos hace recordar la época en la que la heroína acabó con toda una generación de jóvenes. Fue a finales de los años 70 pero especialmente durante la década de los 80. El consumo de heroína se extendió entre los jóvenes de toda España. Fue muy dramático, porque muchos se engancharon hasta morir de sobredosis. Los que sobrevivieron lo hicieron en unas condiciones físicas lamentables y rechazados por sus familiares. Todos conocemos algún caso cercano.
Tras pasar los efectos de una dosis, los yonquis necesitaban otra enseguida, y si no la conseguían se ponían agresivos. A eso se le llama estar con el “mono”. Desengancharse es difícil, porque el síndrome de abstinencia es muy doloroso y difícil de superar.
Hoy en día prácticamente no se consume heroína. Cocaína, sin embargo, sí, y eso que no está bien vista. Es menos dañina que la heroína pero mucho más que el cannabis. Se conocen muchos casos de famosos y altos ejecutivos que la toman. En general, se consume para aguantar grandes esfuerzos como largas giras de conciertos, pero también para mantenerse animado cuando hay muchas horas de trabajo o reuniones importantes. Es una droga muy encubierta en España. Puede que tu jefe esté colocado y tú no te enteres. Aun así, también se consume para, simplemente, pasar más tiempo de fiesta durante el fin de semana.
En cambio, el hachís y la marihuana están más aceptados por gran parte de la población. Los consumen todo tipo de personas sin importar cuál sea su edad o su profesión. Es más fácil encontrar camellos que pasen "chocolate" (hachís) que cocaína. Se calcula que 3 de cada 5 españoles lo han probado. Esta droga es mucho menos dañina que la heroína o la cocaína pero también tiene sus efectos. Hay asociaciones de consumidores de cannabis que la venden legalmente para consumo terapéutico, pero son muy pocas. A pesar de que no es legal consumir en público, en realidad no es extraño ver gente fumando porros en lugares como una facultad, un parque o en un bar. Nadie se alarma al verlo, y mucho menos se entromete.
Hay otros muchos tipos de droga: las anfetaminas, LSD o éxtasis, por nombrar algunos. Incluso algunas se recetan en el médico, como las benzodiacepinas. Es posible que uno se alarme al oírlo, pero en realidad, una de las drogas más peligrosas del mundo es la más aceptada en la sociedad. Se trata del alcohol. Hay muchas más muertes en accidentes de tráfico provocadas por un conductor borracho que por consumo de cocaína, y ninguna por consumo de hachís o marihuana. De hecho, el consumo del alcohol se lleva a la tumba a más de 3 millones de personas al año, mientras que las muertes de sobredosis provocadas por todas las demás drogas no llegan ni a medio millón.