En España la gente se saluda con mucha frecuencia. Por supuesto, uno tiene que saludar a sus amigos y compañeros. Pero también se saluda a la gente poco conocida o incluso totalmente desconocida en los siguientes casos:
- En el ascensor. Es de buena educación decir “buenos días” al entrar y “hasta luego” al salir.
- En el autobús. Está mal visto no saludar al conductor.
- En los sitios públicos: guardería, colegio, ayuntamiento… Uno saluda normalmente a la gente que está haciendo cola o entra y sale con él.
- En los parques o en la montaña. Si te cruzas con alguien tienes que decirle “hola”.
- En los pueblos. Como son sitios pequeños a sus habitantes les sienta mal si no les saludan.
Pero la cosa no acaba ahí. Si has visto a alguien y luego lo vuelves a encontrar, resulta violento no decirle nada. Puedes limitarte a un “hola” (sí sí sí, otra vez) o, si es tu amigo, decirle “qué pasa”, “qué hay” y/o lo que se te ocurra.
¿Qué forma usamos, “hola” o “buenos días”? En los contextos informales, lo primero, y en los formales, lo segundo. A veces es difícil determinar de qué contexto se trata, en este caso la gente usa las dos formas: “Hola, buenos días”.
Todo el mundo sabe que decimos “a las doce de la mañana” y luego “a la una de la tarde”. Pero solemos empezar a usar “buenas tardes” un poco más tarde, después de comer (es decir, después de las dos-tres de la tarde). La forma “buenas noches” se usa después de cenar, en los contextos formales (una cena oficial, una visita a la ópera…). Pero esta forma también puede oírse en familia, aunque en este caso no significa saludo sino despedida: decimos “buenas noches” cuando nos vamos a dormir.