El año académico empieza en octubre y termina en junio. Pero ya en verano la gente puede matricularse en la universidad: presentar la documentación, seleccionar las materias que va a cursar y pagar la matrícula. Los alumnos que tienen pocos recursos económicos pueden solicitar una beca.
En cada curso hay materias obligatorias, que todos los alumnos deben estudiar, y optativas, que los alumnos escogen a su gusto si quedan plazas. Eso sí: cada asignatura que apruebas te da unos créditos (normalmente entre 3 o 6), y al final del año el alumno tiene que reunir un mínimo de créditos para pasar de curso.
Hay dos convocatorias: en junio y en septiembre. Los alumnos que suspenden o no se presentan en junio pueden examinarse en septiembre.