La vida de cada español católico se organiza en torno a tres momentos importantes: el bautizo, la primera comunión y la boda. Hay que señalar que la mayoría lo hace más bien por tradición y no tanto por ser muy creyentes.
Hay padres no creyentes que bautizan a sus hijos para hacer una fiesta de presentación a la familia, niños que hacen la primera comunión sin entender de qué se trata, y personas que se casan por la iglesia porque es más bonito.
El bautizo es la cristianización del niño. Lo celebran por todo lo alto: invitan a toda la familia (y las familias en España suelen ser muy numerosas) y a muchos amigos. El primer paso para bautizar al niño es elegir a los padrinos, que serán como los padres espirituales del recién nacido. Como es lógico, para ser padrino, la persona tiene que estar bautizada por la iglesia católica.
El segundo paso es elegir la iglesia y la fecha de la ceremonia, que, por cierto, es gratis. Pero cada familia dona algo de dinero a la iglesia y al cura que lleva la ceremonia, normalmente se trata de unos 50 euros, pero esto depende de cada uno. Y el último paso es reservar un restaurante para la celebración.
Cuando el niño cumple 7 años, se puede empezar a pensar en la primera comunión. Es un ritual importante, porque el niño por primera vez de manera consciente elige ser cristiano. Antiguamente, los niños hacían la comunión a los 13-14 años, cuando su decisión era realmente importante, ahora siguen el deseo de sus padres sin preocuparse mucho por el significado de la ceremonia. Las niñas lucen sus mejores vestidos de princesas y los niños estrenan sus trajes. Pero primero tienen que confesarse, por primera vez en su vida contar al cura sus pecados.
El niño crece, se enamora y se casa. Algunos se casan por lo civil, otros lo hacen por la iglesia. Ambas opciones son legales, es decir, para casarse por la iglesia no hace falta casarse por lo civil antes. Antes de casarse, los novios tienen que asistir a varias charlas con el cura y estar confesados. Se aconseja empezar los trámites
con unos 6 meses de antelación: elegir la iglesia y la fecha y pagar la cuota para celebrar la boda religiosa.
Es importante entender que tanto el bautizo, como la comunión y la boda son, antes que nada, una fiesta familiar, una ceremonia bonita y un buen recuerdo.
Casi todos los españoles guardan un álbum de fotos de su comunión, y gastan miles de euros para organizar su boda.