En España es muy normal hablar del tiempo: con la familia, con los amigos, en el ascensor… Lo típico es quejarse así:
¡Buf, qué calor!
¡Qué frío hace hoy!
¡Estoy harta del frío!
Pero no hay obsesión por el clima: la gente no consulta el pronóstico todos los días.
Normalmente a los españoles no les gusta nada el frío ni la lluvia. Si pasan 3 días sin ver el sol, se ponen tristes. Cuando nieva o llueve, el transporte público se paraliza, y todos llegan tarde. Si hace frío o llueve la gente no sale, prefiere ver la tele en casa. El frío para los españoles son temperaturas por debajo de 15 grados. 5 grados ya es mucho frío, y 5 grados bajo cero, muchísimo frío.