Funciones de los demostrativos
Los demostrativos en español cumplen tres funciones:
- Localizan un objeto en el espacio
Próximos a la persona que habla | este, esta, estos, estas | Mira este vestido que llevo |
Próximos a la persona que escucha (al interlocutor) | ese, esa, esos, esas | Ese vestido que llevas es muy bonito |
Lejanos de los dos | aquel, aquella, aquellos, aquellas | Aquel vestido que lleva esa señora es precioso |
Hay que señalar que los demostrativos de lejanía (aquel, aquella,…) se usan menos en el lenguaje coloquial, y a menudo se sustituyen por ese, esa,… El último ejemplo podría ser
Aquel vestido que lleva aquella señora es precioso
pero sonaría de forma un poco artificial.
A menudo en las oraciones se oponen dos objetos que están a distinta distancia:
Este vestido no me gusta, prefiero ese (=el que está más lejos o el que llevas tú en las manos)
¿Ves ese edificio ahí al fondo? No, ese no, aquel (=el que está todavía más lejos)
Los tres tipos de demostrativos se corresponden exactamente con los adverbios de lugar formando construcciones como:
Este de aquí
Esos de ahí (especialmente frecuente)
Aquella de allí
Los demostrativos de poca lejanía pueden usarse con valor despectivo:
–Mira esa… = Mira esa mala mujer /Mira esa chica que se cree Dios / Mira esa chica cuyo comportamiento o forma de ser no apruebo nada
–Yo con ese no salgo = No voy a salir con ese imbécil/engreído/feo/….
- Localizan un acontecimiento en el tiempo
Indican un futuro inmediato | este, esta, estos, estas | Esta tarde tengo cita con el dentista |
Indican un pasado cercano | ese, esa, esos, esas | Esa tarde (hace unos días) tenía cita con el dentista |
Indican un pasado remoto | aquel, aquella, aquellos, aquellas | Aquella tarde (hace años) tenía cita con el dentista |
De nuevo, los demostrativos de lejanía tienen un matiz literario y se usan menos en el lenguaje hablado.
- Localizan un personaje en el discurso
En este sentido suelen usarse solos, sin el sintagma nominal correspondiente.
Los demostrativos de cercanía se usan para introducir unos personajes nuevos en la historia o presentar a alguien en la sociedad:
Estos son dos gallegos que vuelven de la misa… (introduce unos futuros personajes)
Mira, esta es Nuria, es una amiga de la universidad (presenta a una amiga)
En el lenguaje literario se usan para identificar a los personajes que se han mencionado antes o después:
En el pueblo vivían dos madrileños y dos catalanes. Esos/Aquellos fueron un día… (los madrileños, porque aparecen antes en el discurso)
En el pueblo vivían dos madrileños y dos catalanes. Estos fueron un día… (los catalanes, porque aparecen después)
Los usos del pronombre eso
La palabra eso tiene varios usos pragmáticos que no suelen reflejar los diccionarios:
- Eso es / Eso. Se usa cuando nuestro interlocutor ha expresado con exactitud lo que pensábamos nosotros:
–La gente no vive nada bien, falta comida, hay mucho paro...
–O sea, que las cosas van de mal en peor.
–Eso / Eso es
. - ¿Y eso? Equivale a ¿Por qué? pero, además, transmite sorpresa:
–Mi hijo ha decicido dejar los estudios.
–¿Y eso? ¡Si decías que le encantaba! - Y eso que. Este conector, aunque se parezca al anterior, no tiene nada que ver: sirve para subrayar el peso de lo dicho anteriormente aportando más datos:
–Jorge ha montado este proyecto solo, ¡y eso que tenía cuatro hijos! (=era difícil, pero encima tenía que ocuparse de sus hijos) - Eso sí. Este conector sirve para introducir un argumento positivo después de una serie de hechos negativos:
–¿Qué, se gana mucho trabajando en la universidad?
–Qué va, nos pagan una miseria. Eso sí: siempre tenemos alumnos particulares.