En este apartado sólo vamos a considerar las subordinadas sustantivas, en otras palabras, las frases que tienen la estructura siguiente:
VERBO PRINCIPAL + QUE + VERBO-2
donde tenemos que determinar si el VERBO-2 aparece en indicativo o en subjuntivo.
Si ya habéis visto los temas anteriores, os habréis dado cuenta de la multitud de casos que hay que considerar. En este punto es lógico preguntarse: ¿y no existe una sola explicación universal que nos permita distinguir entre los dos modos?
Una posible explicación sería:
el VERBO PRINCIPAL sólo presenta los hechos → Indicativo
el VERBO PRINCIPAL interpreta los hechos → Subjuntivo
Ah, ¿y por qué esta maravillosa regla no se ha explicado antes? Porque la clave consiste en saber diferenciar entre una "presentación objetiva" y una "interpretación", y no siempre es fácil.
Recapitulemos. Para los españoles la presentación objetiva son
- los verbos de información: creer, opinar, comunicar, considerar, contar, ...
- expresiones de verdad o evidencia: es verdad, es evidente, está claro...
- la seguridad absoluta: estoy seguro, es cierto, no dudo...
Todo lo demás son interpretaciones, a saber:
- emoción y valoración: (no) me gusta, (no) me interesa, me da rabia, me parece bien/mal, es bueno/malo/fenomenal/genial/triste/lógico/natural...
- negación de la verdad o de la información: no digo, no creo, no es verdad, no está nada claro...
- duda y posibilidad: no creo, no considero, dudo, es posible, es probable, puede...
- deseo: quiero, pido, deseo...
- necesidad: es necesario, hace falta, necesito...
- permiso y prohibición: te permito, te dejo, te prohíbo...
- recomendación: recomiendo, aconsejo, sugiero...
- los demás verbos de influencia: causa, origina, determina, implica...