En España está mal hablar bien de nosotros mismos. Si decimos abiertamente que somos muy listos y hacemos las cosas muy bien, despertaremos envidia y aversión. ¿Cómo mencionar nuestros éxitos sin parecer antipáticos?
La manera más sencilla es disimular nuestro éxito:
– ¿Has publicado un libro?
– Sí.
– ¿Y qué tal se vende?
– No se vende mal (ya has vendido 2 millones de ejemplares, pero no quieres resaltarlo)
– ¿Sabes algo de filosofía?
– Bueno, algo sé. ¿De qué se trata? (eres doctor en filosofía pero en España es mejor no mencionarlo)
Si quieres mencionar tu éxito a pesar de nuestros consejos, usa Modestia aparte:
– ¿Has publicado un libro?
– Sí. Y, modestia aparte, se vende bastante bien.
¿Qué hacer cuando nos dicen un piropo? ¡Decir que en realidad no somos tan buenos!
– ¡Qué tarta tan buena! ¡Eres todo un cocinero!
– Bueno, no es para tanto (en realidad, siempre te salen bien, pero no quieres mencionarlo)
– ¡Hablas muy bien español!
– Qué va, lo que pasa es que doy el pego (= doy la impresión de que lo hablo bien, pero no es así)