Distintas culturas pueden considerar el mismo rasgo de carácter como negativo o positivo. Por ejemplo, ser ahorrativo, ¿es bueno o malo? Muchos dirán que sí, y preferirán un restaurante barato a uno caro y esperarán a tener dinero en su cuenta antes de pedir un crédito. Pero los españoles son diferentes. La mayoría de las familias contrata una hipoteca para tener una vivienda en propiedad (el 83% frente al 53% en Alemania). Todo lo compran a plazos, desde los móviles hasta los coches. Y mientras pueden ser algo cutres con la ropa o los hoteles, prefieren no escatimar en gastos si se trata de la comida. ¿Qué hará un español pobre si encuentra un billete de 100 euros? ¿Lo meterá en el banco? Qué va, invitará a sus amigos a unas cañas.
La cultura española tradicional siempre ha sido austera: sencillez en la ropa y poco gasto han acompañado a la gente rica igual que a los pobres. Pero en los últimos 20 años la sociedad española se ha vuelto mucho más consumista. Los jóvenes gastan, sobre todo, en tecnología y comunicaciones, mientras que los mayores lo hacen en hoteles y restaurantes.
Otro detalle que caracteriza a los españoles es su incapacidad para estar callados. Los silencios les pesan mucho, igual que los monólogos, que les parecen interminables. Interrumpir a tu amigo mientras está hablando en muchas culturas está mal visto y se considera feo, en España, en cambio, es completamente normal.
Ser poco directo es otro rasgo típicamente español. La gente que va al grano en España se considera borde. Si un amigo te llama para pedirte un favor, empezará por preguntarte cómo te va y cómo está tu familia. De la misma manera la sinceridad en España no siempre es un valor positivo. Entre ser delicado y falso y ser sincero y borde, la gente elegirá lo primero.
El comportamiento ideal en España lo define una palabra muy difícil de traducir: majo. Ser majo es ser atento e interesarte por los demás, ser sociable y divertido, pero sin llamar demasiado la atención. Destacar, ser muy diferente a los demás en España no está bien visto, y provoca crítica o envidia.
Si quieres saber más sobre el carácter de los españoles, puedes leer este texto.