Los españoles son muy limpios y ordenados. Normalmente sus casas están
impecables. En el salón
normalmente tienen una tele, un sofá para ver la tele, la mesa de comedor y
varias sillas. El salón nunca se usa para dormir. En los dormitorios siempre hay
una o dos camas, un armario ropero,
una cómoda y unas mesillas de noche. Si hay un despacho, allí va a haber un
escritorio, una estantería y un ordenador.
La casa en España es un espacio privado. La gente invita muy poco a casa. Si los españoles quieren ver a alguien,
quedan en bares, cafeterías o en la calle. A casa vienen los amigos de toda la vida.
Si un chico invita a una chica a casa, muchas veces significa que "quiere tema", es decir, quiere acostarse con ella.
Si no hay mucha confianza, es
mejor rechazar la invitación. Pero, claro, hay excepciones.
Normalmente te invitan después de comer, sobre las cinco-seis. No te van a dar de comer, como mucho, te
ofrecen una cerveza o un café.
En ocasiones, te pueden invitar a comer. No hace falta llevar nada, pero una
botella de vino o un buen jamón siempre son bienvenidos.
Si te invitan, esperan oír algo agradable: que la casa te gusta, que te
parece grande y bonita, etc. Es importante decirlo, ¡no sólo pensarlo!