¿Hay palabras que no tienen traducción? Normalmente, no, para la mayoría de las palabras existen traducciones más o menos exactas. Las sillas en todos los países son sillas, y dormir siempre es dormir. También ocurre que una palabra en un idioma puede corresponder a dos o más en otro, pero esto es normal.
Sin embargo, hay adjetivos que no admiten una traducción adecuada. Para empezar, los adjetivos no se pueden señalar con el dedo. Pero hay algo peor todavía. Muchos adjetivos se refieren a ideas que solamente existen en determinadas culturas.
Empecemos por la palabra hortera. Se refiere a la falta de gusto, a combinaciones de objetos que en España se consideran inadecuadas. Por ejemplo, llevar sandalias con calcetines, especialmente con calcetines blancos y gordos. Para los españoles, las sandalias sirven para que los pies respiren, entonces, ¡los calcetines sobran! Cualquier ropa demasiado "folclórica", de muchos colorines mal combinados también es hortera. Llevar una cadena de oro o una cruz enorme en el pecho, especialmente, sobre el pecho desnudo, también es hortera. Ponerse chándal si no es para hacer deporte también lo es, ¡especialmente si lleváis tacones! Se ve muy hortera un iphone con diamantes y oro o cualquier otra manifestación de riqueza sin motivo. En una palabra, crear combinaciones inadecuadas siempre es hortera. Pero ¡ojo! Hortera no son solamente combinaciones inadecuadas sino
también las personas que las usan:
¡¿Has venido a cenar con mi familia en chándal y con tacones?! ¡¿Cómo puedes ser tan hortera?!
Una acción hortera es una horterada.
Otra palabra de la misma clase, aunque de significado diferente, es cursi. Se refiere a todo lo que es superficial, amanerado y empalagosamente romántico y femenino. El color rosa es cursi. Las grandes frases románticas como "te querré hasta el final de mis días" son tremendamente cursis. Lo son Hello Kitty, las niñas vestidas todas de rosa, especialmente si ya no son pequeñas: cualquier infantilización en el fondo es cursi. Para los españoles, muchos apelativos latinoamericanos resultan demasiado "azucarados", o cursis. Por ejemplo, en España suena cursi:
Hola mi amor
¿Cómo estás, mi terrón?
En la España actual, muy democratizada e intolerante a la aristocracia, cualquier intento de aparentar riqueza y clase resulta cursi también:
Es cursi levantar el dedo meñique a la hora de coger una copa de vino
Ese abrigo vale 2000 euros pero no deja de ser cursi
¿Cómo puedes salir con una chica que lleva camisetas de Hello Kitty? ¡Es súper cursi!
Las cursiladas son cosas cursis o acciones propias de personas cursis. La cursilería es la cualidad de ser cursi.
La palabra cutre significa "de baja calidad" o "mucho peor de lo esperado". Se usa en relación a objetos demasiado baratos o inadecuados para la situación. Regalar un bolígrafo que vale 3 euros es cutre. Son cutres los bares con manteles de hule y mesas de plástico. Para un hotel de 4 estrellas es cutre ofrecer solo café y zumo para desayunar. También lo es no cuidarse a sí mismo, manifestar falta de atención en la higiene personal, sobre todo, teniendo tiempo y recursos para ello: no eres cutre si eres pobre y vas mal vestido, pero si tienes dinero y no te cuidas, eres cutre.
Pero cutre se utiliza también en relación a gente tacaña que invierte muy poco dinero en objetos que deberían ser de calidad. Son cutres los jefes que recortan dinero por todas partes y no hacen regalos por Navidad, los trabajadores que van mal vestidos y las personas que como regalo de boda te dan 20 euros, y encima, en la mano.
Mientras un español difícilmente se llamará a sí mismo cursi u hortera, es frecuente oírlos decir:
La verdad es que soy un poco cutre
Tengo un coche supercutre
De la palabra cutre se derivan otros sustantivos, como la cutrez, o el cutrerío.
Definir la palabra majo es más fácil: para empezar, sólo se refiere a personas. Ser majo supone ser sociable, abierto y agradable, además de saber escuchar. Con gente maja siempre estamos a gusto.
Es una cualidad positiva, pero ¡ojo! no implica ningún tipo de atracción. Si alguien te dice
¡Qué majo/a eres!
solamente quiere decir que eres muy agradable y se está muy a gusto contigo, nada más.